ES IMPORTANTE SABER

martes, 8 de junio de 2010

Sesión 11 enero 2010

Agujas en el pie, entonces astillas.
Recuerdo de infancia.
Me clavaba astillas del piso de madera y Felisa las sacaba con una aguja.
Imágenes de la casa de entonces.
Pasa Rogelio niño de un año con un carrito, luego con una locomotora de juguete.
Rogelio de seis lo acompaña.
En algún lugar flotan mi madre y mi tía, sé que no les gusto.

Veo la panza de mi madre dentro de un vestido azul o verde, desde la perspectiva de un niño de cinco años.
De repente mi madre está desnuda, comento a Alicia que esto me recuerda sospechas que tuve: acusé públicamente a mi tía de abusar sexualmente de mi, y desde siempre dudé de si no estaría yo usando eso para no confrontar otra situación similar, previa, con mi madre.

Veo la vagina de Felisa.

La veo húmeda, siento sabor a vagina húmeda y veo sus rulos, rubios.

Hay imágenes confusas, una especie de tobogán en forma de U con un Rogelio niño en la punta, pero de repente se dibuja una serpiente, una especie de cobra en posición de ataque.
Todo se desdibuja, llamo a mi guía.

Aparece como un fantasma azul eléctrico caminando sobre / cerca de una serpiente.

Ambos son gigantes sobre un orbe terráqueo que parece un asteroide bajo ellos.

Mi guia toma la serpiente, la escena entra en un loop, oscila entre un paso y otro, hasta que de repente noto la tensión en mis bíceps. Mi dos brazos están haciendo fuerza, y noto la cabeza de la serpiente dentro de cada uno, moviendo la lengua.

Me parece bien, y como una respuesta a mi aceptación, todo mi cuerpo comienza a transparentar una piel de serpiente, un cuerpo de serpiente bajo mi piel.

Lo acepto cada vez más y más, y sus ojos aparecen en mi pecho.

Finalmente, mi propia cara esconde la cara de una serpiente fantasmal, que comienza a solidificarse de a poco dentro de mí.

Me parece bien, fríamente bien.

Terminamos la sesión.

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