ES IMPORTANTE SABER

sábado, 4 de septiembre de 2010

Reina de Copas - Mercedes Bralo




































Características Generales de los Arcanos Menores, Cartas Reales

Terminado el ciclo de los números, del uno al nueve con la coda del diez, aparecen las figuras humanas, que se usan para representar dos cosas: personas concretas, y estados menos abstractos y al mismo tiempo más integrales de cada principio.

Las cartas reales todas son un intermedio entre el carácter abstracto y general de los palos y los arquetipos mucho más concretos de los Arcanos Mayores.
 Siguen representando primordialmente las características del palo y elemento, pero ya no en un ciclo, sino en una forma de usar las herramientas de cada palo: adolescente, adulta o madura, y masculina (extravertida) o femenina (introvertida).

El aspecto de personas concretas será poco desarrollado en este libro, alcance con señalar que son las cartas que más sirven, por su carácter complejo e integral, para indicar la actitud general del consultante respecto de la consulta, o la influencia externa a la que esté resultando sensible.

En el aspecto de ser "indicadores de estados menos abstractos y más integrales de cada principio", el principal orden es por edad o estado madurativo, y el segundo por características sexuadas.

Las sotas y caballos indican la pubertad y juventud temprana de una persona, o el estado de una cuestión, respecto del principio representado.

Las reinas y reyes, en cambio, son la cúspide de la evolución en lo madurativo, y muestran diferencias en la acción caracterizadas de manera sexual: el total de las habilidades y el mejor manejo posible de las energías de cada palo, ejercido de manera masculina o femenina.

Cada edad tiene sus propias características: la adolescencia implica el descubrimiento y la torpeza, la adultez representa la capacidad plena de acción, con tendencia o debilidad por el exceso, y la madurez la fuerza reflexiva y el conocimiento.

En principio, las sotas están, "por debajo" de las demás figuras, los caballos "por encima" de ellas y "por debajo" de reinas y reyes, quienes están por encima de todas las demás figuras, a la vez que a la par entre ellos, pero no de manera simétrica o intercambiable, dado que los roles complementarios sexuales no son simétricos.


La sexualidad dentro del mazo


Inmediatamente después de la característica “ser humano”, vienen las características “sexo y género”, en ese orden.
De ahí la importancia de los conceptos femenino y masculino para la actividad psíquica de concebir y entender el mundo: el sexo es un hecho físico, orgánico, de crucial importancia y como tal es una matriz conceptual inescapable, el género es la manera de interpretar el hecho inapelable del sexo.
Todo lo que se pueda pensar usa como referente el eje masculino / femenino.
Todo.

Es importante señalar que lo “femenino” y “masculino” en tarot, designa formas de acción: básicamente, lo femenino trabaja hacia dentro de la persona y lo masculino hacia fuera.
Lo femenino es la acción interna de introyección e introspección, lo masculino es la proyección e irradiación.
Dice Crowley que “los hombres son estrellas que se construyen desde el centro hacia la periferia y las mujeres son estrellas que se construyen desde la periferia hacia el centro”, para agregar alguna imagen poética al concepto.

Las formas de acción a su vez influyen en los campos posibles de acción, cuya división mínima es el campo de lo físico, el de lo instintivo, lo psíquico, lo emocional y lo intelectual

La diferenciación entre cada campo de acción es engorrosa, excede lo que vamos a tratar ahora, y se detalla en el resto del libro.

Alcance con decir que, en cada campo de acción se puede actuar de manera masculina, proyectiva e impositiva, o de manera femenina, introyectiva y receptiva.

Los roles masculinos tienen que ver con la proyección en el sentido de extroyección, con la fuerza y la potencia explosiva (lo masculino es en este sentido particularmente afín al elemento fuego), con el intelecto, con la restricción, con el dar, imponer, cortar, analizar, el salir-a-buscar, el proveer, el sembrar y todas las metáforas posibles de penetración e inseminación, y fuerza centrífuga.

Lo femenino tiene que ver en cambio con la introyección, lo receptivo, la resistencia a largos esfuerzos, el contacto con el propio sentir (lo femenino es afín en este y otros sentidos al elemento agua), con la contención y el recibir, amoldarse, integrar, fusionar, cocinar, elaborar en lo oculto, la administración de lo interno, el esperar-a-que-llegue, el atraer, el nutrir, hacer crecer y todas las metáforas posibles de la receptividad vaginal, ovular y uterina, el amamantamiento y las fuerza centrípeta.

Resumiendo: lo “masculino” y “femenino” son espacios fundamentales del individuo genérico, que se llenan de contenido con las experiencias propias de la vida concreta de cada persona, marcando ambos la manera de actuar en las diferentes áreas de la vida, de manera simultánea, aunque cada campo de acción tiene sus afinidades propias con un modo de acción u otro.

La sensibilidad emocional, por ejemplo, tiene más afinidad con lo interno/femenino que con lo externo/masculino. La acción política tiene más afinidad con lo externo/masculino que viceversa.
“Sentir” es, entonces, en tarot, una acción de carácter femenino, y “debatir” es una acción de carácter masculino, aunque ambas puedan ser realizadas indistintamente por hombres y mujeres.

Lógicamente, los ejemplos con que se llenan estos espacios de contenido se toman de lo inmediato: padre y madre en primer lugar, bastante más abajo el resto de las personas circundantes y a mucha distancia ejemplos más incorpóreos como personajes de películas o libros.
Por esto se llama a los modelos masculinos y femeninos básicos del tarot el “padre” y la “madre”, y cuando salen el Emperador y la Emperatriz (Arcanos Mayores números Tres y Cuatro), se los toma como referencias directas al padre o madre del consultante, o a sus modelos internos respecto de lo masculino y lo femenino.
Porque hacen alusión al área instintiva/física de cada forma de acción, son el padre y la madre “terrenales”: son el cuerpo mismo, así como Sacerdotisa y Sacerdote son el espíritu mismo.
Más adelante ampliamos detalles sobre los conceptos de cuerpo, alma y espíritu.

La práctica en el uso de estas divisiones muestra que no son complementarios simétricos opuestos, o sea, iguales pero invertidos, sino dos categorías absolutamente distintas, pero complementarias.
Un hombre no es una mujer sin mamas, ni una mujer es un hombre sin pene. No son seres iguales con “algo de más, o de menos”, sino seres distintos.

Finalmente, conviene señalar por primera vez que la característica asimétrica del eje “sexualidad” tiene como consecuencia que la combinatoria de atributos no produzca un panteón equilibrado, donde cada figura tenga obligatoriamente su contraparte.

Reinas y Reyes

Las reinas y reyes, en cambio, son la cúspide de la evolución: el total de las habilidades y el mejor manejo posible de las energías de cada palo. Así, el Rey de Espadas representa la razón y autoridad por excelencia, mientras que el Rey de Copas representa el contacto y equilibrio emocional.
Esto no significa que sean integralmente hábiles: para lograr un individuo psíquicamente equilibrado, cada Rey debe coordinar la administración de su reino con los otros y con las Reinas.
No hay diferencia de jerarquía o habilidad entre unas y otros: la diferencia esta en el campo y modo de acción.
Como comentáramos arriba, los Reyes representan la manera masculina, extrovertida de ejercer el pleno dominio de la energía de un palo y las Reinas la femenina, introvertida.

Sus tareas se dividen de la piel del individuo hacia fuera y de la piel hacia dentro.

Los reyes comparten con terceros como fuentes, por así decir, y las reinas como lagos.
La Reina de Copas, por ejemplo, se ocupa de contemplar y ordenar las emociones propias de la persona, y el Rey de Copas de expresar estas emociones hacia fuera, y ordenar con habilidad el entorno para que las alimente positivamente.
Las reinas se encargan de mantener el equilibrio interno del sistema, y los reyes de regular el intercambio entre persona y medio para mantener este equilibrio.
Las reinas se ocupan de recibir los estímulos del mundo y elaborarlos, los reyes de ejercer la respuesta.
Hay palos que son por definición más afines a lo masculino que a lo femenino y viceversa, y esto produce algunas asimetrías en el reparto final (que proponemos en este libro) de atribuciones a cada figura.

Características Generales de los Arcanos Menores, los Palos

Cada palo del tarot representa varias cosas al mismo tiempo: una manera específica de moverse de la energía psíquica, por lo tanto una función psíquica específica, por lo tanto el tipo de situaciones donde esa energía se activa, y un elemento (agua, fuego, aire o tierra) que metaforiza con su comportamiento, el del tipo de energía.
Son un aspecto de la actividad humana, artificialmente abstraído con el fin práctico de convertirlos en elementos de análisis durante la lectura de cartas.
Uno solo de ellos, el de los Oros, se refiere a las concreciones materiales.
Los otros tres se refieren a diferentes momentos del movimiento psíquico del individuo en cualquier acción dada: el desear o necesitar, el sentir o imaginar, y el pensar y actuar que llevan a concretar.
Cada palo está referido a un elemento que representa las características de esa fase del proceso.
Así, la acción y el pensamiento intelectual y analítico están representados por las espadas y el elemento viento, el sentir y el pensamiento imaginativo están representados por el agua, y el deseo y los instintos están representados por los bastos y el fuego.
Es importante la referencia al elemento, porque es donde están metaforizadas las características cruciales de cada fase: cualquier acción se inicia primero por una necesidad que se experimenta desde lo instintivo como urgencia. Urgencia de alimentarse, de huir, de procrear, defecar, atacar, de acercarse o alejarse de algo.

En las siguientes fases, esta urgencia cobra forma sensible (en la fase de las copas y el agua) y se define la imagen precisa hacia la que tiende el impulso, para que luego el pensamiento y la acción (fase de las espadas, el viento) le den forma material (fase de los oros, la tierra).

Palo de las Copas

 Las copas son el elemento agua: la emoción, el sentimiento, la intuición, el inconciente y lo que surge de él y por tanto la imaginación soñadora - creativa: aquella parte de la mente que crea y "ve" imágenes internamente.

En el cuerpo, se ubica el tipo de sensaciones asociadas a estas funciones en el área entre el corazón y el plexo, por delante, y entre los omóplatos y sobre los riñones, por detrás.
Por su cualidad emocional y acuática, está asociado a los chakras o centros energéticos del pecho y plexo, vinculados a las emociones y sentimientos, respectivamente, desde los cuales uno se relaciona con el mundo en esos niveles.
Si estos espacios están cerrados, uno puede no proyectar, no “decir” al mundo nada en ese nivel, o puede no percibir, no “escuchar” al mundo en ese nivel. Estas cosas tienden a pasar de a una, aunque también pueden ocurrir juntas (no escuchar y no decir).

La característica principal del agua es fluir, tanto dentro de uno como de un estado a otro, y de una persona a otra.
Cuando esta fluidez se corta en el primer lugar (dentro de uno) uno empieza a tener “agujeros” o a quedarse estancado en ciertos estados emocionales.
Cuando se corta en el espacio intermedio entre uno y lo demás, uno deja de encontrar eco en el mundo, en el plano emocional, y la sensación de plenitud se convierte en sensación de presión interna, si la propia emoción no sale, o de alternativos vacíos y semi llenos, si la emoción ajena no puede entrar para realimentar la propia.

Cuando todo fluye plenamente, como el en As de Copas, la emoción propia de cada vivencia (pero más específicamente de vivencias trascendentes para uno, como las vocacionales o las “importantes” - por decir algo: la paternidad, las pérdidas grandes, etc) se difunde por todo el ser y, de plexo a plexo, de persona a persona, se contagia.
La alegría que uno siente al ver la sonrisa de un amigo, surge de este ida y vuelta: SU alegría se convierte en la mía, y la mía en suya.

Dado que la energía emocional “se comporta como el agua”, su característica es tanto la de fluir como la de no poder mantener forma por sí misma: por eso necesita de recipientes o límites que la contengan, como las copas.
De no haber contención, la emoción permanentemente desbordante, desbordada, se manifiesta como estallidos de furia, de llanto, enamoramientos instantáneos constantes, depresiones inmediatas e inexplicables, dependencias varias de personas, de vicios, de conductas que actúan, en la medida de lo que pueden, como recarga de la emoción perdida en el desborde y/o como contención.

Por eso, todas las cartas del palo de las copas incluyen rios, lagos o copas, según el total del concepto que se quiera indicar en cada carta. La función de las copas es siempre contener el agua, por lo que se refieren a los sentimientos de una persona específica, mientras que los ríos o estanques se refieren más al fluir de la vida, incontenido, o al inconciente colectivo, que no necesita una contención equiparable en términos humanos.

Las funciones de las copas son la de interactuar con el resto de los palos, definiendo la imagen precisa del estímulo que haya despertado al instinto y refinando la aproximación a la respuesta de ser necesario, y la de vehiculizar, sostener y ser la substancia misma de todos los procesos comunicativos entre un ser humano y cualquier otro ser viviente.
Son la comunicación interna de uno consigo mismo, y la externa, de uno con el resto del mundo, a través del sentir, el saber por percibir.

La Reina de Copas

En esta carta hay una doble aparición del concepto de contención: la de todo el palo de las copas, de contener el agua, y la de todas las figuras femeninas, de contención física - emocional, tanto en su rol físico de amantes como en todas las asociaciones posibles maternidad - contención.
La contención de la Reina de Copas, además de todo esto, es muy difícil de concebir si no se experimentó porque es la única contención que puede ser absolutamente plena como tal y sin embargo permanecer totalmente libre de toda posibilidad de convertirse en restricción, retención u opresión. No tiene doble filo: si una persona goza de ser contenida por una Reina de Copas, la sensación que experimenta es (literal y no metafóricamente), la de apoyarse en nubes en las que se diluye su angustia. Pero esto ocurre principalmente con una Emperatriz, que contiene a la Reina de Copas, porque las Reinas raramente se ocupan de contener a otros.
Su función real es la de ser la parte de cada uno que provee el equilibrio interno de los sentimientos.
Este equilibrio es un equilibrio puramente de copas. No es el orden del intelecto desenmarañando los sentimientos, cosa que sería una intrusión de las Espadas en el reino de las Copas y que corresponde sólo en casos de reconstrucción profunda, y en cantidades mínimas a comparación de lo que se piensa habitualmente, dado que la respuesta común, y el consejo voluntarista más escuchado es "tenés que pensar tal o cual cosa", "no tenés que sentir tal cosa por esta razón, y esto es otra cosa.
Las fuerzas que ordenan y contienen los sentimientos pertenecen al mismo reino y tipo, son la misma clase de movimiento de que están hechas las emociones y la Reina de Copas las mueve, no exactamente por voluntad, ya que cumple una función, pero si a través de su atención.
Cuando este lado de cada uno, o una persona bien nutrida y equipada de recursos en lo sentimental lleva su conciencia hacia el curso de sus sentimientos, este focalizar la atención activa espontáneamente los recursos psíquicos adecuados, y produce una tendencia al orden.
La Reina de Copas no opina, no juzga: simplemente mira, se "queda con" y en este mirar y acompañar, en este estar cerca, su presencia sola contiene, y lentamente clarifica y ordena.
No dá órdenes, tampoco. La organización que produce su mirada es como el crecer de una planta: un desarrollo amable, silencioso y misterioso hacia lo más sano y adecuado, dentro de lo posible.
Muchas veces, este camino al orden incluye un período de reacomodamiento doloroso. Reconocer un período de dolor "adecuado y necesario" de uno de dolor dañino, improductivo o no vinculado a la resolución de problemas concretos, es su tarea y habilidad.
Generalmente, la persona que transita esta carta se caracteriza por el constante contacto, la inmersión de la conciencia en lo emocional.
Cuanto más libre esté la actividad de esta carta de la de otras (la turbulencia demandante de los Bastos, el juicio impositivo de las Espadas) más tranquila, sólida y rápidamente hará su trabajo, trayendo orden y paz a la copa, o pudiendo extraer los elementos depurados para pasar tareas concretas a los otros palos (por ejemplo, la imagen del deseo que las espadas tendrán que encargarse de conseguir, o la información de la satisfacción de la pulsión).
Podrían ser, entonces, palabras clave para la interpretación de esta carta: madurez - plenitud - administración interna - equilibrio emocional - silencio - introspección emocional - amabilidad - agua

1 comentario:

  1. clap clap clap,una delicia el texto y esa Reina de Copas es herrrmosa.

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